Para qué sirve el alcohol isopropílico

Ampliamente utilizado, este alcohol nos sirve de muchas formas en nuestra vida cotidiana, por ejemplo, para limpiar los dispositivos electrónicos. Pero más allá de eso, este producto es sumamente importante en distintos procesos productivos. Por ello, a continuación repasamos algunos de sus usos más frecuentes en la industria.

Vale aclarar que existe una gran diferencia entre el alcohol isopropílico y el etílico. En primer lugar, porque uno puede ser consumido por los seres humanos (etílico) y el otro no (isopropílico). Esto se debe a que el alcohol etílico proviene del maíz y el otro del propeno, un hidrocarburo.

Es un componente usual de thinners, lacas, quitaesmaltes. También se utiliza en aerosoles para fórmulas insecticidas, funguicidas, desodorantes, entre otros. Porque al ser anhidro no ataca las válvulas, ni los envases; y además, es mejor solvente que el alcohol etílico.

Es utilizado como anticongelante para combustibles líquidos. En perfumería y cosmética lo utilizan para extraer esencias, para lociones capilares, colonias para baños, lociones astringentes, siempre que el perfume cubra su diferente olor. Se usa junto con el aceite de ricino para evitar el resecamiento de la piel por su uso prolongado. 

A su vez, lo utilizan en los laboratorios como un conservante para especies biológicas y para obtener ADN, ya que el ADN no se quita con el alcohol isopropílico. Como este alcohol tiene una gran cantidad de potencia, sirve para limpiar una variedad de objetos; entre ellos, está el acero que con pasarle un trapo con alcohol este objeto queda reluciente y también serán desinfectados. Es muy utilizado para limpiar placas electrónicas y realizar mantenimiento de equipos o dispositivos.

Para finalizar, a modo de precaución, cabe recordar que al ser un producto inflamable el riesgo de incendio está presente sin el debido cuidado. Asimismo, es moderadamente tóxico por ingestión e inhalación.