Aguas residuales, saneamiento para el desarrollo sustentable

La mayoría de las actividades humanas que emplean agua producen aguas residuales. A medida que aumenta la demanda total de agua potable en el mundo, la cantidad de aguas residuales producidas y la carga contaminante total aumentan continuamente. Según datos de UNESCO, más del 80% de las aguas residuales de todo el mundo se liberan en el medio ambiente sin tratamiento.  Esta situación no puede continuar.

La mejora del manejo de las aguas residuales podría generar beneficios sociales, ambientales y económicos esenciales para el desarrollo sostenible. En este sentido, pueden ser una fuente rentable y sostenible de energía, nutrientes y otros subproductos útiles. Los beneficios potenciales de extraer dichos recursos de las aguas residuales van mucho más allá de la salud humana y ambiental, con consecuencias a nivel de la seguridad alimentaria y energética, así como de mitigación del cambio climático.

Además del sector agrícola (responsable del 70% de las extracciones de agua en el mundo), se prevén grandes aumentos de la demanda para uso industrial y en la producción de energía. Este aumento considerable de la demanda, se da frente a escenarios de cambio climático que proyectan alteraciones en las dinámicas del ciclo del agua aumentando aún más las diferencias entre oferta y demanda.
Pero la disponibilidad de recursos hídricos también está ligada a la calidad, ya que la contaminación de las fuentes de agua puede impedir diferentes tipos de usos. El aumento de los vertidos de aguas negras sin tratar, combinados con las escorrentías agrícolas y las aguas residuales tratadas de forma inadecuada procedentes de la industria, han dado como resultado el deterioro de la calidad del agua en todo el mundo.

El problema se agrava aún más, debido a la falta crónica de inversión en el desarrollo de capacidades institucionales y humanas. Sin embargo, los costes de las inversiones inadecuadas en la gestión de las aguas residuales son mucho mayores, en particular si se tienen en cuenta los daños directos e indirectos a la salud, el desarrollo socioeconómico y el medio ambiente.

Por lo tanto, los sistemas descentralizados de tratamiento de aguas residuales pueden utilizarse para complementar el desempeño de los sistemas centralizados. Cuando se diseñan y aplican correctamente procesos de reciclado y contención de líquidos en origen, se consiguen resultados satisfactorios en términos de calidad de los efluentes, aunque también requieren un nivel de mantenimiento apropiado.

La toxicidad, la movilidad y la carga de contaminantes industriales tienen impactos significativos sobre los recursos hídricos, la salud humana y el medio ambiente. El primer paso consiste en mantener los volúmenes y la toxicidad de la contaminación en un nivel mínimo en el punto de origen. Esto incluye la sustitución de materias primas y productos químicos de proceso biodegradables, así como la formación y capacitación del personal para abordar las cuestiones relacionadas con la contaminación. El segundo paso consiste en reciclar toda el agua que sea posible en una planta, minimizando así los vertidos.

No son pocos los casos de empresa que asumen una actitud proactiva con respecto a la problemática. Por ejemplo, Musoma Textile Mills Tanzania Limited (MUTEX), una PYME radicada en Tanzania recibió capacitación en materia de RECP (Producción más limpia y eficiente en materia de recursos) para mejorar su desempeño ambiental. Algunos de los principales beneficios obtenidos incluyen la recuperación de recursos (soda cáustica), mejora de la eficiencia hídrica y energética, reducción de emisiones, residuos sólidos y aguas residuales, mejora de la salud ocupacional y de las condiciones de seguridad. El programa RECP, en su totalidad, les permitió ahorrar más de USD 293.322 por año.

Aunque el amplio potencial de las aguas residuales como fuente de recursos, tales como energía y nutrientes, sigue estando poco explotado. Existen tecnologías para recuperar energía en forma de biogás, calefacción/refrigeración y generación de electricidad en origen. En el contexto de una economía circular, en la que el desarrollo económico se equilibra con la protección de los recursos naturales y la sostenibilidad ambiental, las aguas residuales representan un recurso valioso y abundantemente disponible, y su eficiente gestión dependerá cada vez más de la responsabilidad compartida y el tratamiento en origen para reciclar líquidos y extraer recursos.


Fuente: UNESCO.


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