Fundamentos de la producción más limpia

La dimensión ambiental no debe ser asumida sólo como un costo para las empresas. Todas las organizaciones, en forma directa e indirecta, tienen un impacto ambiental y son responsables por el mismo. Pero más allá de la responsabilidad sobre el medio ambiente, abordar esta dimensión desde un enfoque integral preventivo pone énfasis en una mayor eficiencia en la utilización de los recursos, materias primas y energía, de modo que se incrementen simultáneamente la productividad y la competitividad.

La eficiencia ambiental empresaria excede la cuestión del marco normativo, e impacta directamente en las actividades productivas, como elemento de competitividad, acceso a nuevos mercados, etc. De esta manera, la producción limpia es una estrategia que se aplica con fundamento en las buenas prácticas operativas, medidas de prevención y el uso de tecnologías sostenibles; para incrementar la eficiencia productiva y reducir riesgos para los seres humanos y el ambiente.

Algunas de las acciones más comunes de producción limpia se basan en el aprovechamiento de subproductos; la sustitución de insumos; la reutilización, recuperación y reciclaje; el control de los procesos; la reformulación-rediseño de productos; y la modificación de tecnología, máquinas y equipos. Para así, lograr el control en origen de residuos, alcanzar la eficiencia en los procesos y la reducción de desechos, para en consecuencia aumentar la productividad, mejorar la imagen empresarial, el desempeño ambiental y laboral, entre otras.

La producción limpia no siempre conlleva la aplicación de nuevas tecnologías y equipos. En su mayoría se trata de acciones basadas en el sentido común. La gestión se puede dividir en cuatro etapas. La primera de ellas es la planificación, que por un lado requiere establecer el compromiso de la Dirección para la obtención de los recursos necesarios, y por el otro, contar al mismo tiempo con un equipo que tendrá a cargo el proyecto incluyendo a trabajadores y supervisores.

El proceso de planificación debe definir los alcances del proyecto, revisar registros de la planta y otros archivos, documentar los procesos más importantes a ser estudiados, y diseñar estrategias de comunicación con los proveedores, el personal y todo grupo de interés que sea clave para alcanzar los objetivos. Paralelamente al proceso de planificación es necesario realizar un diagnóstico o evaluación para conocer y dimensionar la situación de la organización. Esto permite fijar los objetivos de la gestión considerando, por ejemplo, las etapas de mayor generación de residuos y emisiones o de mayores perdidas económicas, costos de los insumos, administración de residuos y emisiones, normativa ambiental vigente.

Es sabido que cuanto menos desperdicio se genere mayor beneficio se obtiene dado que todo aquello que no genere valor representa un costo. En este sentido, los residuos tienen asociados costos operativos de tratamiento, costos de disposición final y costos de cumplimiento legal. Por ello es conveniente preguntarnos, ¿de dónde vienen? ¿Por qué se generan? ¿Cómo puedo prevenir su generación? Por otra parte del análisis del ciclo de vida de los productos se puede obtener nuevas ideas de diseño y funcionalidad, nuevas oportunidades de mercado, diferenciación ante los competidores, entre otras ventajas.

La tercera etapa es la factibilidad, la cual determina la capacidad técnica, económica y ambiental para poder evaluar el impacto en la productividad, en la rentabilidad de la empresa y en el aporte a la mejora del medioambiente. En cuarto lugar, y última, es la implementación propiamente dicha que es parte de un proceso continuo de mejora. El management japonés propone para la organización del trabajo un sistema de mejora continua basado en cinco conceptos que se pueden resumir de la siguiente manera:


  • Selección (Seiri): Consiste en separar y retirar aquellos objetos que resultan innecesarios. Empezando por delimitar un área piloto, se define un listado de elementos innecesarios y un área de descarte. También se puede implementar un sistema de tarjetas rojas (Akafuda) para adjuntar a todos los objetos innecesarios en el área de trabajo para que todos puedan distinguirlos. 



  • Orden (Seiton):  Se basa en la premisa de un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. Consta de localizar los elementos en el sitio de trabajo de acuerdo con su frecuencia de uso, almacenando a su vez, aquellos que se utilizan juntos en la secuencia con que se usan y de acuerdo con su función. Para ello, resulta conveniente escuchar las sugerencias de todos los integrantes del sector, como así también la identificación de los elementos de manera que cualquiera los pueda ubicar rápidamente. 



  • Limpieza (Seiso): Dado que la limpieza redunda en el buen funcionamiento de los equipos, de esta manera, cada uno debe ser responsable de mantener limpio y ordenado su espacio de trabajo evitando ensuciar. El trabajo se considera terminado, después de efectuado el mantenimiento de la limpieza del lugar y de los elementos utilizados para luego ser guardados en los lugares fijos establecidos. El control visual es fundamental para que los problemas queden evidenciados rápidamente. 



  • Mantenimiento (Seiketsu): Incluye la elaboración de un plan de limpieza sobre que debe limpiarse y con que frecuencia y quién es el responsable de hacerlo. A su vez, se pueden desarrollar manuales o instructivos de limpieza de cada objeto o sector que indique cómo debe limpiarse, con qué elementos, con qué frecuencia y en cuánto tiempo. 



  • Autodisciplina (Shitsuke): Radica en cumplir con las normas y procedimientos en forma habitual. Es decir, tirando los papeles, los desperdicios, la chatarra, etc, en los lugares correspondientes; ubicando en su lugar las herramientas y equipos luego de usarlos; dejando limpias las áreas de uso común una vez realizadas las actividades en la misma; haciendo cumplir las normas a las personas que están en su área de responsabilidad, sean o no integrantes de su grupo; respetando las normas en otras áreas; tratando en el grupo los casos de incumplimiento de las normas establecidas por algún usuario del área, sean o no miembros del grupo, cuando son reiterativas.  




Fuente: Unidad de Medio Ambiente del Ministerio de Industria de la Nación.



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